
De las estrellas al interior de nuestras células: conoce a las científicas que #HicieronHistoria
王贞仪 Wang Zhenyi (China, 1768-1797), poetisa, explicó y calculó los movimientos del equinoccio
En la pérgola del jardín, rodeada de cerezos en flor, colocó una mesa redonda. “La mesa representa el globo terráqueo”, pensó la joven astrónoma. Una lámpara de cristal colgaba del tejado curvo de la pérgola: “El Sol”. A un lado de la mesa, un espejo redondo “como la Luna”. Rotando y trasladando cada uno de estos tres elementos —la mesa, la lámpara y el espejo—, Wang Zhenyi 王贞仪 (China, 1768-1797) realizó experimentos sobre los eclipses solares y lunares, así como la precesión de los equinoccios. Antes de existir los satélites artificiales, los ordenadores y el correo electrónico, una astrónoma tenía que ingeniárselas para estudiar por su cuenta el movimiento del sistema solar. Si además de medir astros, te da para escribir trece colecciones de poemas y un libro sobre aritmética antes de cumplir los 29 años, es que te pareces mucho a Wang Zhenyi. “¿No estás convencido de que las hijas también pueden ser heroínas?”, preguntaba la ilustrada de la dinastía Qing. Está claro que sí.


Ida H. Hyde (EE.UU., 1857-1945) fisióloga, pionera del registro celular
Una de las cosas esenciales en las ciencias de la vida, como la medicina o la biología, es entender qué está pasando dentro de una célula. Se debe estudiar cómo los distintos elementos químicos que la componen y que entran y salen de ella están interactuando y generando pequeñas corrientes eléctricas. Unas de las herramientas más importantes para la investigación celular en los últimos 150 años han sido los electrodos. Pueden ser de varios tipos. Hoy en día, las micropipetas consisten en un tubo de vidrio de 1 micrómetro de diámetro que tiene dentro una solución compatible con los fluidos celulares y, de forma superficial, mide la diferencia de potencial eléctrico entre el interior y el exterior de la célula. Así se puede saber, por ejemplo, si un fármaco está teniendo algún efecto. La fisióloga Ida Henrietta Hyde (EE.UU., 1857-1945) inventó una micropipeta de vidrio capaz de inyectar fluidos o extraer partes específicas de una célula, así como de estimularlas eléctricamente. Su micropipeta fue la base de otras herramientas de electrofisiología que revolucionaron la neurociencia del siglo XX. Su investigación abarcó los sistemas nervioso, circulatorio y respiratorio. También estudió los efectos del alcohol, la cafeína y los narcóticos, con estudios que no encontrarían parangón durante décadas. Nada de esto hubiera ocurrido de no ser porque la joven Ida se topó, por casualidad, con el libro de Alexander von Humboldt sobre sus observaciones de la naturaleza mientras barría el suelo en la costurería donde trabajaba para sacar adelante a su madre y hermanos. No perdamos nunca la oportunidad de dejar que un libro expanda nuestros horizontes, porque nunca se sabe hasta dónde puede llevarnos.

Fuente: Harvard Countway Library

Fuente: National Library of Medicine.
Abbie Lathrop (EE.UU., 1868 – 1918), criadora, pionera en la investigación con modelos animales de roedor
Muchos estudios de biomedicina se realizan en ratones porque son un modelo animal suficientemente parecido al humano. Así, se pueden realizar experimentos en sus tejidos y células —o incluso estudios de comportamiento— que servirán como base para realizar pruebas seguras en humanos. Por ejemplo, de un medicamento o de una vacuna. Por ley y por ética, los experimentos en animales se realizan cuando no hay otra opción. Además, se utiliza el número más reducido posible de ejemplares y un método refinado que busca minimizar el dolor y el malestar de los animales. El uso de ratones en investigación comenzó con Abbie Lathrop (EE.UU., 1868 – 1918). Como criadora de roedores, supo identificar y potenciar los rasgos que los hacían más valiosos, de manera que iba mejorando las características de las distintas líneas —o familias— de estos animales. En 1902, los genetistas William Ernest Castle y Clarence Cook Little fueron los primeros en encargarle ratones. Estaban interesados en trabajar con pequeños roedores porque sus rápidos ciclos de vida los hacían ideales para analizar la genética a lo largo de varias generaciones. Abbie Lathrop era una mujer observadora, metódica y detallista. Hoy en día, las personas que se dedican a la cría y mantenimiento de líneas animales para la investigación son muy valoradas en el ámbito científico, ya que es gracias a su trabajo que los estudios son éticamente responsables y fiables.


Mária Telkes (Hungría, 1900-1995), biofísica, inventora de la calefacción solar
En la década de 1940, una arquitecta, una escultora y una científica se propusieron crear una casa que aprovechara la energía solar. Mária Telkes (Hungría, 1900-1995), especializada en química física, diseñó el sistema de calefacción solar de la casa, que se basaba en la capacidad de un compuesto salino (sulfato de sodio y decahidrato) para capturar el calor de las ventanas y repartirlo por las paredes de las estancias. El sistema funcionó muy bien, pero la sal decayó al cabo de tres años y Telkes fue despedida de la prestigiosa institución donde trabajaba como investigadora. No todo tiene que salir siempre bien. El resto de invenciones solares de Telkes fueron todo un éxito y se siguen utilizando hoy en día. La desalinizadora solar portátil que construyó para los pilotos de avión durante la II Guerra Mundial resulta útil en zonas sin agua potable. Su horno solar, capaz de alcanzar los 205 grados centígrados, es muy similar a los que se emplean en países en vías de desarrollo. En 1980, Telkes ayudó a desarrollar y construir el primer hogar totalmente alimentado con energía solar. Esta vez, con más éxito. Actualmente, se encuentran placas solares en muchos tejados. Damos por hecho que la energía del sol es clave para un futuro más sostenible, igual que pensaba Mária Telkes hace casi 100 años, cuando dio sus primeros pasos en la ciencia.


अन्ना मणि, Anna Mani (India, 1918-2001), estandarizó los instrumentos meteorológicos en su país
Ahora es la aplicación del teléfono la que te avisa de si lloverá, si hará viento, si habrá demasiada radiación… A mediados del siglo XX, hacía falta consultar directamente una serie de instrumentos meteorológicos: un pluviómetro, para medir la precipitación en un lugar y tiempo determinado; un anemómetro, para medir la velocidad del viento; y un higrómetro, para conocer el grado de humedad en el aire, entre muchos otros.
Los instrumentos meteorológicos son más importantes de lo que podamos imaginar: no sólo sirven para saber cuándo te puedes poner las katiuskas sin que quede raro. También se emplean en la administración pública, en la astronomía, en la defensa e incluso en la economía, ya que ayudan a prever la producción agrícola a medio y largo plazo.
Imagina que un país tan grande, poblado y profundamente dependiente de su agricultura como la India no tuviera suficientes instrumentos meteorológicos. Esto es justamente lo que pasaba hasta la década de 1950, cuando la física Anna Mani (India, 1918-2001) se propuso estandarizar y diseñar instrumentos de alta precisión que pudieran fabricarse en el país. Coordinó la creación de unas 100 herramientas de medición diferentes. Además, fue una pionera de la sostenibilidad energética. En la década de 1970, inició un estudio por todo el país para averiguar dónde sería más eficiente ubicar plantas de energía solar o eólica. Hoy, alrededor del 30% de la energía que se genera en la India proviene de fuentes renovables.


Helen Free (EE.UU., 1923-2021), química y profesora, inventora del test rápido de diabetes
Hay millones de personas diabéticas en el mundo. Hoy en día, esta enfermedad se puede diagnosticar y tratar de forma casi autónoma por los pacientes, pero no siempre fue así. Helen Free (EE.UU., 1923-2021) y su marido Alfred inventaron unas tiras para el análisis químico rápido y fácil de la presencia de azúcar en la orina, lo que revolucionó el diagnóstico y el control de la diabetes. El matrimonio Free desarrolló muchos más test rápidos capaces de detectar sangre, bilirrubina, proteínas, nitritos, leucocitos o medir el pH de la orina. En vez de mandar las muestras al laboratorio, el análisis es tan fácil como meter una tira de papel en la muestra y después comparar el color del papel con una tabla de referencias. Más sencillo, imposible.


Flora de Pablo (España, n. 1952), médica, descubridora de la proinsulina
Seguro que sabes que la insulina es una hormona que el cuerpo genera para controlar los niveles de azúcar en sangre. Pero, antes de ser insulina, tiene una forma diferente y se le llama proinsulina. Pues bien, hace años se pensaba que la proinsulina no servía para nada más. Sin embargo, la investigadora española Flora de Pablo (España, n. 1952) descubrió que la proinsulina tiene funciones muy importantes durante el desarrollo embrionario. Hoy en día, desarrolla fármacos basados en estas investigaciones. Por ejemplo, la proinsulina podría ser la clave para tratar la retinosis pigmentaria, una enfermedad genética que produce ceguera.
En 2001, Flora de Pablo cofundó la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas porque le preocupaba la falta de reconocimiento del trabajo de las mujeres en los ámbitos científicos y tecnológicos. ¿A cuántas de las mujeres que te presentamos en esta exposición de #HicieronHistoria conocías? ¿Podrías decir, sin preguntar a Google, el nombre de diez científicas importantes? A nosotras nos pasaba igual. Por eso, te animamos a seguir descubriendo las contribuciones que ellas hicieron y que siguen haciendo para mejorar el mundo. Quizá, algún día también podremos hacer una exposición sobre todo lo que tú has logrado.

Francisca Okeke (Nigeria, n. 1958) ha estudiado la ionosfera para predecir los cambios en el campo magnético de la Tierra
La ionosfera es el nombre que damos a una capa de la atmósfera de la Tierra entre los 50 km y los 1.000 km de altura. Se le llama así porque contiene muchas partículas cargadas de energía. En la ionosfera sucede un fenómeno muy interesante, el electrochorro ecuatorial, una corriente de electricidad que recorre el planeta de este a oeste, justo encima del ecuador magnético. El electrochorro es más fuerte al mediodía y se ve afectado por el Sol y por la Luna. Las variaciones del electrochorro, a su vez, afectan al campo magnético de nuestro planeta. ¿Y para qué sirve entender este fenómeno? Para casi todo.
Conocer los cambios en el campo magnético de la Tierra es muy importante porque nos ayuda a predecir tormentas solares que pueden dañar las redes eléctricas y provocar apagones. El campo magnético afecta, también, a los satélites y a las comunicaciones, como la televisión o Internet. Y las mediciones magnéticas son imprescindibles para la navegación de aviones y barcos.
La profesora de la Universidad de Nigeria Francisca Nneka Okeke (Nigeria, n. 1958) ha estudiado durante décadas el fenómeno del electrochorro. Su investigación ayuda a entender cómo el espacio, especialmente la energía del Sol, influye en la Tierra. Sus descubrimientos nos permiten saber más sobre el cambio climático y, también, dan algunas pistas para anticipar fenómenos naturales como los terremotos y los tsunamis.


Agnès Gruart i Massó (España, n. 1962), neurocientífica, experta en la fisiología de la memoria y del aprendizaje
La memoria no es un cajón donde se guardan nuestros recuerdos y que podemos abrir cuando queremos recordar algo. La memoria es un proceso en el que están implicados muchos circuitos del sistema nervioso. La neurocientífica Agnès Gruart (España, n. 1962) ha estudiado durante muchos años cómo se genera la memoria, lo cual también puede servir para entender cómo la perdemos, por ejemplo, por la enfermedad de Alzheimer. En 2006, Gruart diseñó un experimento en ratones que demostró, por primera vez, cómo las conexiones entre las células del hipocampo cambian mientras se aprende y que bloquear esos cambios, por ejemplo con corrientes eléctricas que estorban a las neuronas, impide aprender cosas nuevas.
En 2001, Agnès Gruart cofundó la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas porque quería que las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres en el ámbito de la ciencia. Por este mismo motivo, la exposición #HicieronHistoria que estás visitando quiere ayudar a tus neuronas del hipocampo a crear una experiencia, una emoción y un aprendizaje que te ayuden a recordar que la sociedad necesita diversidad de personas para avanzar. Y que tú, seas quien seas, también puedes contribuir a lograr un mundo mejor.


Ann Lambrechts (Bélgica, n. 1971), ingeniera, inventora del hormigón con fibras de acero
El hormigón se utiliza habitualmente en la construcción porque es resistente y funciona fenomenal para aguantar la compresión de grandes estructuras, como edificios y paredes. Pero, si se utiliza en horizontal, como por ejemplo para hacer un tejado, necesita un refuerzo extra. Es verdad que el hormigón reforzado con varas de acero se utiliza desde hace décadas, pero fabricarlo requiere mucho material y trabajo. En el año 2000, Ann Lambrechts (Bélgica, n. 1971) patentó unas horquillas de acero muy pequeñas, del tamaño de un clip, curvadas por las puntas y rectas por enmedio, que, mezcladas con el hormigón, crean una malla de refuerzo tridimensional sin mayores complicaciones. El Oceanogràfic de València, que tiene un tejado curvo de hormigón muy fino, se pudo construir gracias a su invento.


Con la colaboración de:
This project has received funding from the European Union’s Horizon 2020 research and innovation programme under grant agreement No 101035817.