El francés Alain Aspect, el estadounidense John Clauser y el austriaco Anton Zeilinger comparten el Nobel de Física de este año por sus experimentos con fotones entrelazados y sus avances en información cuántica. Las herramientas que han desarrollado han sentado las bases de una nueva era en tecnología cuántica.
Un estudio demuestra que el picudo rojo, una de las peores plagas de las palmeras en todo el mundo, es capaz de desarrollar rápidamente una respuesta bioquímica para hacer frente a bajas temperaturas ambientales.
Un invento revolucionario de principios del siglo XX que daría luz y color a las calles de las ciudades en todo el mundo, gracias al viaje de los minúsculos electrones de los gases nobles.
Los sistemas complejos se caracterizan por esa aleatoriedad y desorden, por lo que son difíciles de entender. El premio de este año reconoce los nuevos métodos para describirlos y predecir su comportamiento a largo plazo.
En 1827, el biólogo y botánico Robert Brown observó en el microscopio granos de polen suspendidos en agua. El agua parecía estar quieta pero el polen se movía.