Es posible aumentar el calibre de las cerezas y alargar su periodo óptimo de comercialización tras la recolección utilizando sustancias naturales y ecológicas.
La respuesta del árbol a estas aplicaciones es un ligero estrés que produce una mayor acumulación de antioxidantes en las granadas, lo que las convierte en más saludables para el consumidor y más resistentes a la pérdida de calidad durante su almacenamiento, distribución y venta.