Antonio Miguel Nogués, premio José Lledó y Antón: «La clave está en el respeto hacia el alumno»
El profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Antonio Miguel Nogués ha ganado el premio José Lledó y Antón sobre la Libertad y Autonomía Universitaria con un ensayo que aborda la libertad de cátedra. Se trata de la II edición de este galardón, promovido por la Oficina del Defensor Universitario de la UMH. El trabajo de Nogués reflexiona sobre el concepto de libertad de expresión aplicado al contexto universitario con el matiz de que, en el aula, «el profesor adquiere un capital simbólico superior, como le ocurre a los medios de comunicación en el contexto social, cuya responsabilidad también es mayor», explica el premiado. A su parecer, «la clave de la libertad de enseñanza reside en el respecto hacia el alumno y en la honestidad con la que se trabaja».
Para Antonio Miguel Nogués, la cuestión principal estriba en diferenciar entre «educar o enseñar» y «adoctrinar». El profesor reflexiona: «¿No es toda enseñanza una forma de adoctrinar?». Para responder que, mientras al educar se enseña a pensar de forma crítica, el adoctrinamiento lleva implícita cierta imposición de esquemas establecidos. «Cuando se habla de la libertad de cátedra, se habla en abstracto, pero después el profesor entra por la puerta del aula, y es ahí donde, efectivamente, se ejecuta esa libertad», explica el profesor al hacer referencia a los problemas derivados de la aplicación práctica de un concepto que se mueve entre límites difusos.
Otro aspecto relacionado con la libertad de enseñanza que Nogués se esfuerza por aclarar en su trabajo es que en la mayoría de ocasiones, el término se asocia solo a la actividad docente, cuando, a su entender, también debería extenderse el concepto al ámbito de la investigación. Y explica: «Cuando, por ejemplo, por cuestiones de financiación se limita una determinada línea de estudio, se está coartando la posibilidad de investigar unos temas concretos». Es decir, según Nogués, la libertad de cátedra no solo afecta a los contenidos, sino también a la potencialidad: «Porque es precisamente la investigación la que puede hacer que la docencia mejore», subraya. Y expone que para alcanzar una sociedad basada en el conocimiento, es necesario que el profesorado pueda investigar bajo el principio de libertad académica y pueda revertir esos conocimientos en una docencia, que a su vez terminará por calar en la mejora social. Algo que, según el profesor, no se da actualmente en España.
Antonio Miguel Nogués apuesta en sus clases por promover el diálogo porque, según aclara, es la mejor manera para conocer al grupo y poder adaptar los contenidos a sus inquietudes y a su especificidad, lo que en definitiva favorece la asimilación de los conceptos. «Me sirvo del diálogo como una forma de conocer al alumno», matiza. El docente rehuye de utilizar ciertos términos en sus clases, palabras tajantes del tipo «bien», «mal», «verdad» y «mentira», porque a su juicio, prescindir de la rotundidad ayuda a que los alumnos reflexionen sobre «la posibilidad del todo», y alcanzar el objetivo deseado: promover la reflexión.
Nogués se encuentra en estos momentos ampliando su ensayo titulado «Sobre la libertad de cátedra en el actual orden de palabras y cosas» y no descarta la posibilidad de publicarlo en un futuro con un formato más extenso.
Alicia de Lara